La financierización de la economía es un fenómeno identificado hace tiempo, cuyas consecuencias han sido denunciadas por la organización ciudadana internacional ATTAC, fundada en 1999. Asumimos lo esencial de su denuncia, aunque no que la solución sea con seguridad la que ATTAC propone ya en su denominación, la aplicación de la Tasa Tobin: imponer un impuesto a las transacciones especulativas de capital, es decir, las que no se traducen en inversiones productivas.
Financierización de la economía significa básicamente cuatro cosas:
1». La hegemonía dentro del capitalismo mundial del capital financiero.
2». El capital financiero puede operar mediante movimientos especulativos sin financiar ya ninguna inversión, y hoy tiende a hacerlo de modo predominante.
3». Sus beneficios pueden ser muy altos, y por ello tiende a succionar el ahorro ordinario de los pequeños y medios ahorradores (no directamente, sino a través de los bancos que lo gestionan, en cuanto se ven empujados a invertirlo en fondos que ofrecen beneficios altos, aunque no se sabe de dónde salen), que tradicionalmente financiaba el consumo, a los autopatronos y a las PYMES; también atrae por diversos mecanismos a empresarios de empresas productivas de nivel intermedio, es decir, que no son PYMES ni las grandes transnacionales que constituyen el sistema cosmofeudal.
4». La financierización de la economía está fuera del control de los Estados nacionales y además tiende a eliminar la poca soberanía que en casos les queda.
Un ejemplo muy representativo de lo que significa financierización de la economía está en un modus operandi típico de los llamados fondos buitre: pedir un crédito en una moneda con alta tasa de inflación, no invertirlo sino cambiarlo inmediatamente a otra moneda con baja inflación, esperar a que la devaluación de la primera supere el interés a pagar, y devolverlo. Pedir crédito es algo que se puede hacer de muchas maneras, no solo acudiendo a una entidad financiera que lo concede: por ejemplo, comprar a crédito ya lo es, y cualquier compra en la que el pago no sea al contado sino en cierto plazo, que es lo habitual en las trasacciones de gran escala, es por tanto una forma de crédito.
Notas complementarias
1». La política monetarista que reivindica la estabilidad monetaria como receta económica fundamental promueve directamente los intereses del capital financiero precisamente en la forma de financierización de la economía, porque su objetivo es limitar mucho o impedir la inflación, cuando es esta la que obliga a cambiar el dinero por algo que no es dinero, es decir a invertirlo: a que el dinero funcione como lo que teóricamente es, un medio de intercambio entre distintas mercancias reales. Que la inflación sea algo positivo en cierta medida, y más bien imprescindible para evitar la financierización, que es degeneración de la economía, no significa que un nivel muy alto de inflación sea positivo, por lo mismo que en general, en política económica como en medicina, la dosis es tan importante como la idoneidad cualitativa de la receta, y lo mismo que cura puede, en dosis excesivas, empeorar o matar. Sin embargo, es importante señalar que la actuación de los fondos buitre cuenta con la baja inflación de ciertas monedas pero también con la alta de otras, y a quien perjudica directamente es a las poblaciones de países con inflaciones altas; indirectamente también a las propias, en cuanto succionan el ahorro, restringiendo la inversión productiva y el crecimiento.
2». La política de control de la inflación (en el sentido de evitar que sea demasiado alta o demasiado baja) está en relación directa con el precio del dinero (es decir el interés que percibe el banco emisor primario, no los intermediarios financieros), y los bancos centrales la controlan a través de este. El monetarismo supone que esa regulación es la única política económica pertinente, y por eso una de las claves del avance del neoliberalismo fue propugnar y conseguir la autonomía de los bancos centrales con relación a los correspondientes gobiernos. La CE, de acuerdo con el Tratado De Maastricht, es el caso más extremo de esto, porque el banco central no es que no está controlado por el gobierno, sino que no hay gobierno, porque en el plano económico la Comisión Europea no lo es (no tiene competencias suficientes) pero mucho menos los gobiernos nacionales de la zona euro, al no disponer de un instrumento de política económica tan fundamental como es el control de la moneda.
3». La finacierización de la economía en el caso de la CE llegó al extremo de garantizar la posibilidad de beneficios a los bancos privados europeos sin ningún riesgo, por el mecanismo de recibir créditos del BCE a un interés bajísimo (coherente con el objetivo de mantener la inflación en un nivel muy bajo) para luego adquirir deuda de los estados a un interés muy superior. Esto fue admitido por la socialdemocracia. La oposición al Tratado de Maastricht fue considerada como oposición ideológica al europeísmo, y esto funcionó especialmente en España, porque europeísmo se identificaba con la democracia resultante de la Transición a partir del régimen franquista. Esa Transición fue precisamente en gran parte teledirigida desde Alemania (1), promoviendo a partidos homologados con los allí existentes y reduciendo a la marginalidad al Partido Comunista, pese a que en los países más próximos a España, Francia, Italia y Portugal, era aún importante. No es por tanto sorprendente ni que el «europeísmo» respalde en este momento la sumisión del sur europeo a Alemania, ni que los partidos homologados a los tradicionales alemanes, en su momento financiados desde allí?, sean incapaces de oponerse a una dependencia que en ellos mismos es ab origine.
(1) Exactamente, desde las correspondientes fundaciones. Estas son tan paralelas entre si que cada una lleva el nombre del fundador del partido: Fundación Federico Ebert, del SPD (socialdemócratas); Fundación Konrad Adenauer, de la CDU-CSU (cristianodemócratas); Fundación Friedrich Naumann, de la FDP (liberales).
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*El autor de Transparencia o barbarie, Basilio Lourenço, quiere establecer a través de los pequeños artículos que iremos publicando en este blog un diálogo inicial con los lectores y lectoras del ensayo, así como con las personas con una cierta preocupación por el mundo que habitamos. Si lo deseáis, podéis contactar con él y participar de este diálogo, a través de esta misma web y de nuestras redes sociales, principalmente facebook y twitter. El debate está abierto, puedes seguirlo aquí.