Denominamos Física Social a la pretensión de una ciencia de los hechos sociales que se exprese en un lenguaje matemático análogo al de la Física, es decir, midiendo magnitudes «objetivas» y estableciendo relaciones entre ellas mediante ecuaciones.
La pretensión de Física Social solo se ha manifestado como teoría económica. La razón es que ella es fundamental el dinero. En cuanto la economía es intercambio y por tanto mercado, su seguridad depende de que exista algo, constante a corto plazo, que facilite la decisión de qué cantidad de determinada mercancía se cambia por qué cantidad de otra; eso es el dinero: algo indiferenciado, cuantitativo y medible con precisión.
Ningún economista ha utilizado la expresión Física Social, porque estaría invitando a comparar la seguridad de sus predicciones con las de la Física, y su pretendida ciencia no saldría bien parada. Pero el planteamiento de Marx responde a esta idea: el dinero es la expresión del valor de cambio, y este constituye el trabajo socialmente necesario contenido en una mercancia; es por tanto algo objetivo. La pretensión de objetividad es esencial en la teoría del valor de Marx, y la gran diferencia con la objetividad de las magnitudes físicas ya se ve en la matización que hace inmediatamente, socialmente necesario: es posible medir con exactitud el tiempo de trabajo contenido en una determinada mercancía, pero decidir si es socialmente necesario o no abre un espacio de hipótesis inverificables, por lo que esta supuesta objetividad económica queda sometida a la misma indeterminación e inseguridad que tiene el uso de la Matemática en todas las ciencias sociales. La teoría funciona bien si se hacen hipótesis muy simplificadoras, que serían realistas precisamente en la estabilidad de una sociedad precapitalista, sin el constante cambio tecnológico, de hábitos, de necesidades inducidas y de modas, etc., que el capitalismo ha promovido de forma cada vez más acelerada.
Frente al objetivismo de Marx (y de los autores clásicos, como Adam Smith y David Ricardo), la teoría económica neoclásica introdujo la concepción del valor como algo subjetivo. Esto se relaciona con que los precios no dependen solo de la relación capital-trabajo, como supone Marx, sino también de la del sistema productivo con los consumidores, en la que Marx no entra. El monetarismo parte de los mismos supuestos que la teoría neoclásica, pero reivindica la estabilidad del valor del dinero como receta general económica, que sería suficiente para garantizar todos los ajustes necesarios, diga lo que diga la experiencia. Lo que llamamos Física Social (o economicismo) es por tanto en Marx una ilusión científica, una simplificación excesiva. El monetarismo no participa de esa ilusión porque no es objetivista, simplemente defiende la estabilidad monetaria como receta segura y como principio de una ciencia económica carente de ideología. A esto contribuyó mucho la creación del falso Premio Nobel de Economía. No se habla de Física Social, pero se afirma la cientificidad objetiva y el carácter clausurado de lo económico, o sea que es independiente de cuestiones políticas, culturales, etc. Tal pretensión es solo un mito para promover la impotencia de la sociedad en general.
Notas complementarias

1». Física Social era la denominación que pretendía dar a la ciencia de la sociedad Auguste Comte, pero renunció a ella porque ya había sido utilizada (sin continuidad posterior), y entonces acuñó la expresión Sociología.
2». Marx no usó Física Social pero discurre de un modo muy congruente con ella. Ya en su juventud, en el Manuscrito de París, habla del dinero como «fuerza electroquímica de la sociedad», aludiendo a los recientes descubrimientos de Faraday, y por tanto a la constancia de la energía y de la carga eléctrica como sustrato de ciertas transformaciones, en las que lo que se conserva es el equivalente químico. El dinero es por tanto la expresión de una equivalencia- constancia, abstracta pero objetiva, no solo una convención social.
3». La teoría del valor (que caracterizamos como Física Social aunque Marx no se expresase así) está vinculada a la noción de estructura: que hay estructura significa que los capitalistas, como la sociedad en general, son conscientes en la escala inmediata, en lo que más tarde se denominó microeconomía, pero no en relación a los fenómenos globales. La toma de conciencia que conduce a la cancelación de la estructura es de la sociedad como tal, aunque tenga que generarse a partir de la conciencia del clase del proletariado, que es «la sociedad moderna (burguesa) en negativo». El campo de aplicación histórica de esta Física Social es exclusivamente la sociedad capitalista, pero la analogía con la Física es total: el valor es en su teoría una magnitud tan fundamental como es la energía en la Física. En ella los procesos se reducen a transformaciones de la energía, y según Marx el juego del valor define la totalidad de los procesos de la sociedad capitalista.
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